"Vayan y hagan discípulos mios" "No tengan miedo yo estaré con vosotros".
En los tiempos que corren, todos los cristianos nos vamos
acostumbrando día tras día a
vivir situaciones que nos
llevan al límite de la respuesta, con cuestionamientos a nuestra creencia y a nuestro forma de vivir; pero sin embargo los acontecimientos siempre nos preceden. Fijaros como
la historia, muchas veces
pone en su sitio a personalidades y medios que
se dedican a cuestionar a Jesucristo en medio del mundo.
La Iglesia se preparó para unas canonizaciones? Si. de dos
Papas que muchos de nuestros contemporáneos
conocieron de alguna manera
o simplemente escucharon hablar de ellos, fijemos de manera breve.
Juan XXIII (Angelo
Roncalli) y Juan Pablo II (Karol
Wojtyla) han sido, los dos papas más carismáticos del siglo XX.
Los dos dedicaron sus vidas no sólo a decir qué cosa es la bondad, sino a enseñar a ser bueno. Y no es una paradoja que en una época un poco triste, desolada, que ríe poco, estos dos Papas hayan mostrado tan elocuentemente el valor humano y espiritual de la alegría: son recordados por su constante buen humor.
Desde un punto de vista histórico, Juan Pablo II fue el Papa del fin del comunismo en la Europa del Este, y Juan XXIII fue el Papa del concilio Vaticano II y también el de la crisis de los misiles en Cuba.
Esta esperanza y esta alegría se respiraban en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, como se nos narra en los Hechos de los Apóstoles (Cf. 2, 42-47) que hemos escuchado en la segunda Lectura. Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.
La imagen de la Iglesia es ahora la iglesia de la Esperanza,
con estas dos imágenes, con estos dos hombres, bien nos pueden servir como
ejemplos, que se dejaron guiar por la
fuerza del Espíritu Santo, para así restaurar y actualizar nuestra iglesia.
No debemos tener miedo de buscar el
sentido de nuestra Fe.
Y ésta es la imagen de la
Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. Juan XXIII y Juan Pablo II
colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia….. En
la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al
Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un
guía-guiado, guiado del Espíritu. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; por
eso a mí me gusta pensar en él como el Papa de la docilidad al Espíritu Santo.
En este servicio al Pueblo de Dios, San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.
El Sumo Pontífice ha destacado
que Karol Wojtyla y Angelote Giuseppe Roncal, "no se abrumaron"
porque "fueron dos hombres valerosos, llenos de la fortaleza del Espíritu
Santo, y que dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios,
de su misericordia".
"Los santos hacen creer en la Iglesia"
"Los santos hacen creer en la Iglesia"
Podríamos decir, Padre Milton, que tenemos la satisfacción de haber conocido a tres Papas contemporáneos, ejemplos de fe y entrega, cada uno en su estilo, abriendo puertas para la unión de todas las religiones que conducen al mismo Dios, un abrazo!
ResponderEliminarHe tenido la suerte de haber conocido a estos dos nuevos santos, a San Juan Pablo I lo ví en persona en Zaragoza y a San Juan XXIII lo recuerdo perfectamente. Ahora pido a los dos que intercedan por todos nosotros ante nuestro PADRE común. Saludos
ResponderEliminarDos Papas Santos y uno actual y vigente que seguro también lo será.
ResponderEliminarGracias padre Milton por mostrarnos estos Líderes de la Iglesia en donde habita el Espíritu Santo.