Entrada destacada

FORMAR DE AGRADECER A NUESTROS CURAS

Nuestros párrocos son algunos de los miembros más trabajadores de la Iglesia. El sacerdote parroquial típico trabaja los fines de s...

Seguidores

SEGUIDME

jueves, 21 de mayo de 2015

GRACIAS, PERDÓN Y POR FAVOR

La vida familiar es un arte que requiere cuatro palabras: permiso, gracias, perdón y por favor
 
Vivir en familia  es un arte. Puede decirse, como le dijo el Papa Francisco a los Novios en la Plaza San Pedro durante el evento de San Valentín el 14 de febrero último, que “es un camino bello, paciente y fascinante”.  Y ese “arte” requiere en buena parte de las familias la utilización de cuatro palabras que, cada vez con más frecuencia, están en desuso. En las casas y en la sociedad en general. ¿Cuáles son? Tres las mencionó Su Santidad en el discurso a los enamorados: permiso, gracias y perdón. La cuarta, que también es importante desempolvarla, es por favor.
 
La sociedad está crispada. En los colegios, en las calles, en el tránsito, en los partidos de fútbol, en las relaciones laborales y en incontables escenarios y situaciones se perciben las altas temperaturas de la intolerancia. Hay tensiones negativas en todos lados. Es parte de la vida en comunidad. Y la familia no es ajena a éstas. Es más: la institución familiar es un microcosmos social. Entonces, sin temor a la equivocación, puede manifestarse que parte de la vida social es reflejo de la vida familiar.
Poner en práctica las palabras permiso, gracias, perdón y por favor puede hacer una enorme contribución para configurar las relaciones familiares y, por ende, las comunitarias  y sociales. De hecho, las familias cristianas saben muy bien qué significa que la “Palabra se hizo Carne”. Así, “encarnar” las palabras mencionadas en las relaciones con los miembros del círculo familiar y el entorno tiene un efecto multiplicador y transformador fenomenal para el Bien Común. Porque el Bien, como enseñan los Padres de la Iglesia, tiende a difundirse y a hacer nuevas todas las cosas en Jesucristo. Se trata, nada más y nada menos, de los “brotes de la Resurrección” que señaló Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio).
 
Palabras transformadoras
Permiso tiene estrecha relación con la cercanía respetuosa. Es acercarse sin invadir. Tener cautela ante el espacio sagrado del otro. Respetar los tiempos de quienes comparten la vida con uno. Es entrar con cortesía en la vida de los otros. En las Florecillas, san Francisco dijo que “la cortesía es una de las propiedades de Dios” y que “es hermana de la caridad, la cual apaga el odio y conserva el amor”. El Papa, al respecto, afirmó durante el Día de los Enamorados: “Sí, la cortesía conserva el amor. Y hoy en nuestras familias, en nuestro mundo a veces violento y arrogante es necesario tener mucha cortesía”.
 
En tanto, gracias expresa la gratitud. Gratitud hacia quien hace un favor, escucha, colabora o tiene un gesto cálido en el seno familiar. Esta palabra, que se la escucha a veces en “piloto automático”, parece fácil mencionarla pero no lo es tanto. Requiere humildad manifestarla. Exige reconocer que la vida que hay en el otro, en el prójimo más cercano, engrandece con su generosidad la propia antes las carencias que se tienen. ¿Cuántas veces, por ejemplo, se le pide a Dios un sinfín de favores pero se lo excluye a la hora de agradecerle los dones que regala a diario?
 
También es muy importante pedir perdón. Es un término que, expresado con un corazón sincero, sana. Repara. Acorta distancias. Permite crecer como familia en un contexto de seguridad y armonía, porque la práctica del perdón genera confianza. Confianza de que se ama a cada uno como es, independientemente de las debilidades. En la familia todos los miembros deben ser centinelas de la paz, y en ese sentido los esposos tienen la responsabilidad de dar el ejemplo de “nunca terminar la jornada sin hacer la paz”, como afirmó el Papa en San Valentín.
por favor. Sí, hay que saber pedir. Y más que saber, en rigor, es importante aprender a pedir.

Solicitar algo siempre, y sin excepciones, debe tener en el seno familiar el sello de la cordialidad. Pedir con amor da autoridad. Los padres bien conocen de qué se trata esto con los hijos.

Permiso, gracias, perdón y por favor… ¡Cuatro palabras que, llenas de gestos, brindan un poder transformador!

viernes, 15 de mayo de 2015

FOTOS DE LAS FIESTAS: GRACIAS

Desde este  humilde  sitio  que es mi  blog  quiero  agradecer a cada de unos de los  integrantes de mi comunidad  parroquial, este  año nuestras fiestas han sido de verdad  FIESTAS EN  MAYÚSCULAS  
Todos  habéis participado con gran  Fe, Alegría  y sobre todo en  comunión;  días de muchas emociones re - encontradas,  no  se puede ser mas de Torres sin bailar a Nuestra Madre la Virgen del Castellar, que orgulloso me siento de ser vuestro párroco gracias por hacerme sentir  parte vuestra.
GRACIAS:  a los de la Comisión sois geniales jóvenes, contad conmimgo, lo habéis hecho muy bien 
Danzantes: Niños, Jóvenes y  Veteranos... este  año  fue especial por el encuentro de los  veteranos estuvisteis de diez 
a nuestra  Comunidad gracias 





 encuentro de  danzantes  veteranos 2015 

Danzantes  Jóvenes 





 Subida a la  Ermita  


Dia  8 de  Mayo  después de la  romería  a la  Ermita del Castellar  en procesión  



 Vista  de su Exmo. Mons.  Vicente  Jimenes Arzobispo de Zaragoza  junto al Parroco  y  nuestra  Madre la Virgen  
 Momento importante  con muchos  recuerdos  encontrados  de muchas  familia  esa  noche  fue incomparable para  todos


Día de San Gregorio  de Ostia  9  de  Mayo
  
 Día en que  comenzó  todo encuentro  de Moros  y  Cristianos 
Nuestro  Pastor 




La grandeza de servir


La grandeza de un hombre, no se mide por lo que en su ambición sabe ganar, la grandeza de un hombre se mide, por lo que con humildad, sabe dar. Y esa grandeza se vuelve una virtud si ese hombre, a sus semejantes sabe servir.
En esta tierra, años ya, nació un hombre que su grandeza aun se sigue midiendo, y no fue por sus tesoros acumulados, ni por sus conquistas territoriales, ni por sus triunfos bélicos, pues nunca empuñó un arma.


Su conquista más grande fue, trasformar almas, sensibilizar corazones a través de su palabra y su ejemplo de servicio que fue, el dar su vida por nosotros.


Hoy, en mi camino, donde me encuentro con hombres y mujeres que han trasformado su corazón, en aras del servicio a nuestros semejantes, siento la presencia de aquel Gran hombre, como si esta organización fuera una sucursal de su gran ejemplo, donde se aprende a ganar un lugar sin soberbia, donde se aprende a dar con humildad, sin esperar nada a cambio, donde se aprende a servir a una parte de la humanidad, pues somos parte de ella, donde las cosas, las intenciones y los hechos, se hacen con amor, pues recordamos "amaos los unos a los otros".


Cuando estas palabras se convierten en acciones reales, todo aquel ser humano que las ponga en práctica será un virtuoso.


Amigos este es mi sentir, es mi forma de ver, mi manera de  ajustar mi cuerpo, mi alma y mi corazón, al espacio que me corresponde en este mundo y con toda humildad le digo a ese gran hombre, esté donde esté:
Jesucristo amigo mío decirte quiero, que no me gusta oír ni seguir un consejo.
me gusta ir en pos de tu ejemplo, así, conforme pasa el tiempo, me encuentro.