Entrada destacada

FORMAR DE AGRADECER A NUESTROS CURAS

Nuestros párrocos son algunos de los miembros más trabajadores de la Iglesia. El sacerdote parroquial típico trabaja los fines de s...

Seguidores

SEGUIDME

sábado, 15 de julio de 2017

FORMAR DE AGRADECER A NUESTROS CURAS

Resultado de imagen de FORMAS DE AGRADECER A TU PARROCO



Nuestros párrocos son algunos de los miembros más trabajadores de la Iglesia. El sacerdote parroquial típico trabaja los fines de semana y vacaciones, vive en el mismo sitio que trabaja y solamente tiene un día de descanso a la semana, sin mencionar que hoy en día se les pide cuidar a más almas y asumir más responsabilidades y funciones que nunca antes.
Les hemos preguntado a algunos párrocos cómo podríamos hacerles saber que estamos agradecidos por todo el trabajo que ellos hacen por nosotros. Recibimos estas respuestas de ellos, sin ningún orden en particular:

Resultado de imagen de homilias de agradecimiento cambio de parroquia

1. Orar por tu sacerdote(s)
La cosa más importante que un fiel puede hacer por su sacerdote es rezar por él. Siempre estamos orando por alguien, y debemos ofrecer la Misa todos los domingos y días de precepto en beneficio de la comunidad. Es bueno saber que ellos también oran por nosotros todos los días.
Ofrece por el sacerdote un rosario, una hora santa, una pequeña ofrenda o un sufrimiento cotidiano.
Envíale tarjetas a los sacerdotes garantizándoles orar por sus intenciones
Ofrece tus oraciones por el sacerdote y su labor pastoral. Es una gran alegría para mí porque sé que mientras mi comunidad ore más por mí, más efectivo serán los frutos de mi ministerio sacerdotal”.

2. Prepararle una comida, especialmente en los días de mucho trabajo
Sería bueno que alguien se cerciore de que el sacerdote de la parroquia tenga una comida bien preparada los domingos y días festivos de la Iglesia cuando hay más actividad.
A menudo no tenemos quien cocine por nosotros y después de una larga jornada, sería agradable volver a casa y comer algo que no tuvimos que cocinar nosotros mismos.
Descubre su comida favorita y prepárasela.

3. Celebrar sus días especiales.
También es buena idea celebrar el cumpleaños del sacerdote o el día de su ordenación.
Es agradable que me recuerden en el día de mi ordenación sacerdotal.

4. Orar más, quejarse menos.
La gran mayoría de las interacciones que tenemos parecen girar en torno a una queja sobre el sacerdote, la parroquia, otra persona de la comunicad, la música, la temperatura en la iglesia, una bombilla quemada, una decisión, etc., y rara vez sobre las realidades espirituales sobrenaturales.

5. Ofrecerse a ayudarle.
No esperes a que te pregunten si puedes hacer algo, ¡ofrécete! Los sacerdotes tenemos la vocación de dar y servir, es difícil para nosotros pedir cosas
Ofrecer voluntariamente tu tiempo a la parroquia es un signo de apoyo y de servicio
Considera aumentar su diezmo para mostrar tu apoyo a la parroquia y a el sacerdote
Imagen relacionada
6. Participar en Misa y/o Confesión.
Nada hará más feliz a un sacerdote
Elige un día para ir a la Misa que él esté celebrando, y anima a la gente a sentarse en las primeras filas. Cuando el padre pregunte después de la Misa por qué lo hiciste, coméntale que estabas ofreciendo tu participación en la Misa en acción de gracias por su sacerdocio
7. Escribirles una nota expresando tu agradecimiento.
Escribir una nota, sobre todo a un sacerdote con el que ha perdido el contacto, haciéndole saber cómo su sacerdocio ha impactado su vida, y que todavía estás participando activamente en la fe. Esto significa mucho
Mi actividad favorita es recibir cartas de las personas. Pero no una tarjeta con un par de palabras. Esas son agradables también, pero me encanta recibir una carta o una tarjeta con un mensaje significativo en ella.
Es muy poderoso oír a alguien describir exactamente cómo lo que dije o hice fue fructífero para ellos. Es un recordatorio de que Jesús es mucho más grande que yo y que puede hacer grandes cosas con lo poco que tengo para ofrecer
Realmente aprecio cuando las personas me dicen personalmente o envían notas de agradecimiento con mensajes como: ‘Gracias por su sacerdocio’, ‘Gracias por ser nuestro pastor’, ‘Gracias por responder al llamado de Dios’
Diles que han hecho una diferencia en tu vida

8. Dále las gracias a tu sacerdote
Agradece al sacerdote por cada Misa. Incluso si no te agrada necesariamente el sacerdote, siempre la Misa gira en torno a la presencia de Jesús
Puede significar mucho algo tan simple como decir al sacerdote después de la confesión: Gracias por su ministerio, voy a orar por usted.
Prepara un video pidiendo a diferentes feligreses que le den gracias al párroco por algo que él hizo o dijo. Gracias Padre ____ por…

9. Darles un elogio
Busca oportunidades para halagar a los sacerdotes. Incluso a algunos que particularmente no te agradan
Siempre me animo cuando alguien me dice después de la misa: Padre, esta misa fue hermosa”.

10. Preocúpate por su bienestar de tu sacerdote
Anima al sacerdote a hacer una pausa en el trabajo. (Normalmente están tan ocupados que se olvidan que también deben descansar y cuidar de su salud, hasta que terminan enfermos).

11. Evitar el drama y los chismes en la parroquia. Guárdate estas cosas para ti mismo.
Evita y detén el chisme sobre sacerdotes y parroquias
No chismees o critiques, en cambio ofrécete a ayudar y a construir.
Me pregunto cuántas vocaciones se arruinaron cuando los jóvenes con inquietudes religiosas escucharon a los adultos criticar y destruir a los sacerdotes, generalmente por alguna pequeña disputa en la parroquia

12. Hacerle saber que le apoyas
Cuando seas testigo de una situación en donde alguien está siendo grosero o injusto con el sacerdote, hazle saber que lo notaste y exprésale compasión.

13. Establecer una relación antes de corregirle.
No le digas lo que no te gusta o molesta si es la primera vez que te has tomado la molestia de dirigirte a él
Dile hola antes de decirle lo que te parece incorrecto

14. Tener expectativas realistas y ser útil.
Probablemente él no es un plomero, así que no pretendas que él arregle problemas de tuberías. Pero sin duda puedes preguntarle si cree que hay una fuga. (Esto quiere decir, sé realista, el sacerdote NO tiene todas las respuestas a todas las posibles situaciones de tu vida, pero si tienes un problema, puedes acudir a él y pedirle su opinión)
Siempre asume que tiene buena voluntad. Ofrecer retroalimentación es útil, pero las críticas y quejas constantes sin humildad y amor sincero, agotan después de un rato

15. No acaparar al sacerdote
No creas que tienes al sacerdote sólo para ti, especialmente los domingos. No esperes ser el amigo favorito del sacerdote. Él es tu pastor y servidor, y necesita mantener las cosas a un nivel profesional.
No presumas delante de los demás miembros de la comunidad lo “cercanos que son ustedes”, ya que crea rivalidades y celos, y esto genera muchas tensiones en los sacerdotes.

16. Ser solidario
Siempre que hay algo que es estresante o un momento difícil en la parroquia, se aprecia mucho el apoyo. No he tenido mucho de eso en mis primeros 5 años (hasta ahora) pero recuerdo algunos momentos tremendamente difíciles donde las personas enviaron una nota agradable.
Recuerdo haber descubierto un montón de notas guardadas aquí en Santa María de hace 23 años cuando fue cerrada la escuela.
Los periódicos y algunas muy pocas personas muy ruidosas, atacaron y acusaron al sacerdote de ser “racista” y “descuidado”. Él guardó todas las docenas de notas de personas que le ofrecieron su comprensión por la decisión tan difícil que él tuvo que tomar

17. Darle su espacio.
A veces, también es bueno estar solo y en paz. Mantente alejado de una “bondad ansiosa” que asume que el sacerdote puede estar deprimido, estresado, triste, solitario, etc. cuando a veces él simplemente necesita algo de tiempo para relajarse a solas.

18. Invitarle a actividades.
Es agradable cuando la gente me toma en cuenta para invitarme las reuniones familiares: cumpleaños especiales o aniversarios, cenas en días festivos (a pesar de que por lo general no pueda ir porque estoy con mi propia familia) pero es bueno ser invitado.

19. Buscar la santidad
Lo más importante que Dios desea, es que seamos Santos. No hay nada más emocionante para un sacerdote que ser testigo de la santidad en la vida de las personas a quienes él atiende, no sólo es una experiencia de gracia de que su labor está dando frutos, sino que también es tremendamente edificante para su propia búsqueda de la santidad.
Espero que esta lista te haya inspirado para hacer algo por tu sacerdote. Recuerda que cada sacerdote tiene sus propias preferencias que lo hacen sentirse apreciado.

A algunos realmente les gustaría que les inviten a cenar, mientras que otros sacerdotes podrían preferir recuperar fuerzas cenando solos.
Todos los sacerdotes que contactamos aprecian mucho las cartas bien pensadas, llenas de sentido, donde las personas les manifestaron las formas específicas en que sentían que ellos les habían ayudado.
Esta puede ser una gran forma de empezar. Hagámosle saber a nuestros sacerdotes cuánto nos preocupamos por ellos.
Si quieres agregar alguna otra forma adicional y creativa de ayudar, puedes escribirla en los comentarios. Especialmente los sacerdotes que lean esto, ¡Déjennos saber lo que les gusta!


domingo, 9 de julio de 2017

INVITACION MISA DE DESPEDIDA

“Gracias… A todos los que conocimos y olvidamos, a los que nos conocieron y nos olvidaron, a los que recordamos y nos recuerdan, a los que amamos y ya no, a los que aún nos saludan cuando los vemos, aunque ya no nos hablemos.” — Frase autor anónimo.

 “Gracias” es una de esas maravillosas palabras que siempre la guardamos para nosotros. Muchas veces cuando las personas hacen algo por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que recibimos.

GACIAS A TODOS  POR TODO  
Y  AHORA ME  TOCAN  UNOS NUEVOS  RETOS EN NUEVOS CAMINOS DE DIOS

martes, 27 de junio de 2017

DAR GRACIAS TE HACE MAS FELIZ

DAR LAS GRACIAS TE HACE MÁS FELIZ
Por [María Langenheim]
Resultado de imagen de DAR GRACIAS MAS  Y MENOS  QUEJARSE
Hoy me siento especialmente agradecida y si hay algo que me hace feliz es dar las gracias, así que: GRACIAS.

Creo que he recibido más de lo que he dado. Así que estoy que no quepo en mí de la felicidad.
Y es que la palabra que más he leído últimamente era “gracias”. Y la que yo he dicho también era esa, por eso me ha dado por pensar en ello.

¿Por qué?
Pues por todo y por nada en particular.  Simplemente agradezco cosas.
Como tener una familia maravillosa, aunque en realidad igual no lo es tanto, pero tengo familia y me siento agradecida por ello. Agradezco tener piernas y poder utilizar ambas, agradezco el aire y el sol, agradezco los aguacates y las fresas, agradezco tener amigos…
Dar las gracias cada día me hace valorar lo que hay a mi alrededor, lo que vivo, lo que soy. Y eso me hace muy feliz.

Pero claro, esto de agradecer no siempre es sencillo, a veces el día a día es muy duro y complicado como para andar agradeciendo cosas, nos basta con sobrevivir.

Pero analizando esto he descubierto un proceso que se puede seguir para agradecer más y sentirse mejor, este proceso es el que sigo yo al menos… Y lo comparto contigo, no es ni mucho menos una ciencia exacta.

Porque no me considero ninguna Gurú del Agradecimiento, ojalá tuviera todo esto superado, no es así ni mucho menos, pero intento trabajarlo. Que para eso estamos aquí, para aprender y mejorar
Resultado de imagen de DAR GRACIAS MAS  Y MENOS  QUEJARSE
Los pasos clave que he descubierto

1. Salir del mundo de la queja:
Vivimos en un mundo en el que a veces para tener un tema de conversación hay que quejarse. Estamos totalmente enfocados a la queja, a lo negativo, a lo que falta, a lo que sobra…
Así es imposible fijarse en lo bueno y lo bonito que nos sucede o que tenemos en la vida. Así que el primer paso es alejarse y salir del mundo de la queja.
Tratar de enfocar los pensamientos hacia lo positivo, eso ayuda mucho en el camino del agradecimiento.
Y no es que yo nunca me queje, lo hago más de lo que me gustaría, pero al menos cada vez más me hago más consciente e intento evitarlo.
2. Dejar de querer más:
Cuando nada te parece suficiente y en lo único que piensas es en tener más, nunca agradecerás nada o al menos, no de verdad.
Vivimos para tener más, más de todo, dinero, relaciones, status, atención, zapatos, planes, amor, etc…. Pero nadie nos dice cuánto es suficiente, entonces no hay manera de parar.

Y no hay descanso, por lo que no hay tiempo para disfrutar y agradecer lo que sí se tiene.
Para sentirse agradecida, hay que dejar de desear más y observar lo que ya se tiene.

3. Consciencia:
Si observas detenidamente lo que ya tienes en tu vidas, realmente te darás cuenta de que hay mucho que agradecer.
Serás consciente de la cantidad de cosas estupendas que puedes disfrutar en este mismo instante, de hecho, deja de leer un momento y piensa en tres cosas que existan en tu vida y que puedes agradecer.
Pues a esas tres cosas apenas les das importancia si no traes tu atención a ellas y te haces consciente de todo lo bueno que ya mismo tienes al alcance de tu mano, sin tener que sufrir más ni trabajar más para tener más aún.

4. Lo bueno y lo malo:
¿Sabes qué? Que no solo agradezco las cosas buenas, … también agradezco las cosas malas.
Porque las cosas malas o que en un principio pueden parecer malas, también pueden traer cosas buenas, aprendizajes, experiencias, finales felices, relaciones nuevas… Lo que sea. Algo que en un principio podemos considerar negativo puede transformarse en algo realmente positivo.

5. La pescadilla que se muerde la cola:
Y me he dado cuenta de que no sé por qué, cuanto más agradezco, más cosas tengo que agradecer, más afortunada me siento y por lo tanto más feliz.
Yo creo que al final es una cuestión de costumbre, que paredes a ver lo positivo de las cosas y te fijas menos en lo negativo, pero creo que en realidad tiene más que ver con el último punto.

6. Atraes la energía que tu das:
Sinceramente creo que recibes lo que tú das.
Me pasa que cuando me siento agradecida doy, y a su vez los que reciben de mí se sienten agradecidos. Y cuando sonrío recibo sonrisas y cuando me enfado lo obtengo son malas caras.
Resultado de imagen de DAR GRACIAS MAS  Y MENOS  QUEJARSE
Te propongo un experimento

1. Observa tus quejas y trata de evitarlas, o de proponer una alternativa constructiva en vez de una simple queja. En vez de “Siempre vamos al cine y estoy harta (o)” prueba un “¿Qué te parece si hoy vamos al teatro?

2. Cuando te sorprendas pensando en que necesitas o quieres algo, piensa además en algo que ya tengas.

3. Al irte a dormir agradece tres cosas que te hayan ocurrido ese día.

4. Piensa en alguna consecuencia positiva de algo que consideres negativo. Y agradécelo. He salido más tarde del trabajo, pero me he encontrado a un amigo que hace tiempo que no veía. Agradece haber salido más tarde del trabajo.

5. Observa cómo poco a poco tu comportamiento y tus sentimientos van cambiando y te sientes más afortunada, más positiva.

6. Estate atenta de las reacciones de los demás o lo que recibes según lo que tu des al mundo.
Resultado de imagen de DAR GRACIAS MAS  Y MENOS  QUEJARSE
EN FIN

Que si quieres sentirte bien, una parte importante depende de lo que agradezcas en tu vida, porque son esas las cosas que te hacen feliz.
¿Te apetece compartir algo por lo que te sientas agradecido (a)?