AYUDENNOS A AYUDAR A LOS MAS NECESITADOS
Cena solidaridad
manos unidas
Lugar: Salón Parroquial de Marlofa
Hora 21:00 Día: Sábado 26
Donativo 10 €
Apuntarse aquí…
DECLARAMOS
La Iglesia, a través de su Doctrina social, es perseverante en la defensa de la vida de los
más indefensos, los niños, y en la promoción de la familia como mejor contexto para el
nacimiento y el desarrollo de sus vidas.
Dios eligió nacer en una familia y se hizo niño como nosotros. Todo niño es imagen de Dios.
La Declaración de los Derechos del Niño, de 1959, proclama que los niños tienen derecho
a crecer en el seno de una familia, a la atención médica, a la educación y, en todo
caso, a una protección especial.
La Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1979, establece las normas universales
sobre la protección de la infancia y, sin embargo, los riesgos que la amenazan
siguen siendo muchos y muy complejos.
Los ODM por los que hace diez años, 189 Estados se comprometieron a reducir la tasa de
la mortalidad infantil en dos terceras partes, antes del 2015. Es lo que el mundo reivindica
como el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio.
Son tres compromisos internacionales de cuyo incumplimiento no se dan razones
convincentes y sí motivos para temer que falta voluntad para llevarlos a cabo.
NOS COMPROMETEMOS
A seguir trabajando por un desarrollo humano integral y solidario y para acortar la distancia
entre los países menos desarrollados y los países ricos.
A seguir contribuyendo a erradicar el hambre y la pobreza y a mejorar las condiciones
de vida de cada vez más personas.
A luchar para reducir la mortalidad infantil y por una infancia sana y sin riesgos, a través de
proyectos cuyos objetivos sean la protección de los niños, la formación de la mujer, la capacitación
de personal sanitario y la creación de condiciones adecuadas para el desarrollo
de una vida digna.
A seguir reclamando a nuestros poderes públicos y a otras instituciones que adopten
políticas de cooperación coherentes con la defensa de la vida desde la concepción hasta
el final natural, el derecho a la maternidad sana y saludable y la dignidad de los niños.
El amor preferencial por los pobres es una opción fundamental de la Iglesia,
que ella propone a todos los hombres de buena voluntad.
Y este amor tiene ante sí mucho trabajo al que Manos Unidas quiere contribuir,
porque nos impulsa a la denuncia, a la propuesta y al compromiso.
Los niños son el futuro de la sociedad.
Su manana es hoy y depende de nosotros
i