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miércoles, 2 de marzo de 2016

EL PERDON EN CUARESMA


EL PERDÓN
El tema del día era resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico.
Ya en clase elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento.

Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran  realmente pesadas.
El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas.

Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado desatendía cosas que eran más importantes para mí.

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental.
Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.

Me di cuenta que cuando hacía importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba.
Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando.
Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.
No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos  negativos que nos causaron dolor o enojo.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado.

La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.
El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.
Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

"La declaración del Perdón es la clave para liberarte".

¿Con qué personas estás resentido?
¿A quiénes no puedes perdonar?
¿Tú eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
"Perdona para que puedas ser perdonado"
"Recuerda que con la vara que mides, serás medido..."


Meditación del Papa
Quien cree en Dios, Padre lleno de amor por sus hijos, pone en primer lugar la búsqueda de su Reino, de su voluntad. Es todo lo contrario del fatalismo o el ingenuo irenismo.

 La fe en la Providencia, de hecho, no exime de la cansada lucha por una vida digna, sino que libera de la preocupación por las cosas y del miedo del mañana. Está claro que esta enseñanza de Jesús, si bien sigue manteniendo su verdad y validez para todos, es practicada de maneras diferentes según las diferentes vocaciones: un fraile franciscano podrá seguirla de manera más radical, mientras que un padre de familia deberá tener en cuenta sus deberes hacia su esposa e hijos. En todo caso, el cristiano se distingue por su absoluta confianza en el Padre celestial, como Jesús. 

Precisamente la relación con Dios Padre da sentido a toda la vida de Cristo, a sus palabras, a sus gestos de salvación, hasta su pasión muerte y resurrección. Jesús nos ha demostrado qué significa vivir con los pies bien plantados en la tierra, atentos a las situaciones concretas del prójimo, y, al mismo tiempo, teniendo el corazón en el Cielo, sumergido en la misericordia de Dios. Benedicto XVI, 27 de febrero de 2011.


Reflexión

La actitud de quien contempla la vida como destinada a solucionarse entre una serie de reglas y reglas resulta gravemente deprimente porque cree que los medios son los fines últimos de nuestra vida.

Si lo que hacemos se convierte en cumplir la regla, porque "así está escrito", sin entender por ello el pensamiento de aquél Quien ha dictado la Ley del amor, se acaba ciertamente por traicionar el espíritu de quien la fundó. Sencillamente compasión, honestidad, fidelidad, respeto y amor perderían todo el sentido.



4 comentarios:

  1. NO es necesario a mi parecer estar en cuaresma para sentir y entregar el perdón, cada día se debería de hacer este acto de reflexión y perdonar a quienes nos han echo daño y ser perdonados por nuestras faltas.
    Un saludo

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  2. Soy consciente de que hay que perdonar pero a veces me pongo a pensar: Yo pido a Dios perdón por todas mis faltas esperando su perdón pero si yo ofendo a alguien o le hago hago grave que trascenderá para el resto de su vida y no le pido perdón a esa persona ¿merezco ser perdonada? ¿Cómo se puede perdonar a alguien si no pide perdón? Está claro que se puede perdonar y aceptar lo inaceptable pero lo que es dificil pero muy dificil es olvidar.Me ha gustado mucho esta entrada y me ha hecho mucho bien.Saludos Pater

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  3. La vita è una lotta continua, perchè la lotta c'è dappertutto è l'essenza stessa della vita.
    Occorre una dura fatica, ma quando si perdona, si sente quella pace dentro che riscalda il cuore e lo spirito e ritorna l'armonia intorno a noi.
    Grazie per questo bellissimo e illuminante post, Padre Milton!
    Un caro saluto
    Luci@

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  4. Gracias por este buen consejo Milton.
    Perdón? por un poco de tiempo, NO, perdón y olvido, perdonar sin olvidar, es no perdonar del toso, y es benecioso para quien perdona porque anda más ligero de equipaje y para quien lo recive que se siente envuelto en nube de sincero amor.
    Gracias por traernos este recordatorio para tenerlo presente todos los días de la vida.
    Un abrazo y una fervorosa cuaresma.
    Ambar

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GRACIAS POR COMENTAR Y REZA POR MI