DAR LAS GRACIAS TE HACE MÁS FELIZ
Por [María Langenheim]

Hoy me siento especialmente agradecida y
si hay algo que me hace feliz es dar las gracias, así que: GRACIAS.
Creo que he recibido más de lo que he
dado. Así que estoy que no quepo en mí de la felicidad.
Y es que la palabra que más he leído
últimamente era “gracias”. Y la que yo he dicho también era esa, por eso me ha
dado por pensar en ello.
¿Por qué?
Pues por todo y por nada en particular.
Simplemente agradezco cosas.
Como tener una familia maravillosa, aunque en
realidad igual no lo es tanto, pero tengo familia y me siento agradecida por
ello. Agradezco tener piernas y poder utilizar ambas, agradezco el aire y el
sol, agradezco los aguacates y las fresas, agradezco tener amigos…
Dar las gracias cada día me hace
valorar lo que hay a mi alrededor, lo que vivo,
lo que soy. Y eso me hace muy feliz.
Pero claro, esto de agradecer no
siempre es sencillo, a veces el día a día es muy duro y complicado como para
andar agradeciendo cosas, nos basta con sobrevivir.
Pero analizando esto he descubierto un proceso
que se puede seguir para agradecer más y sentirse mejor, este proceso
es el que sigo yo al menos… Y lo comparto contigo, no es ni mucho menos una
ciencia exacta.
Porque no me considero ninguna Gurú del Agradecimiento,
ojalá tuviera todo esto superado, no es así ni mucho menos, pero intento
trabajarlo. Que para eso estamos aquí, para aprender y mejorar

Los pasos clave que he descubierto
1.
Salir del mundo de la queja:
Vivimos en un mundo en el que a veces
para tener un tema de conversación hay que quejarse. Estamos totalmente
enfocados a la queja, a lo negativo, a lo que falta, a lo que sobra…
Así es imposible fijarse en lo bueno y lo
bonito que nos sucede o que tenemos en la vida. Así que el primer paso es alejarse
y salir del mundo de la queja.
Tratar de enfocar los pensamientos
hacia lo positivo, eso ayuda mucho en el camino del
agradecimiento.
Y no es que yo nunca me queje, lo hago más de
lo que me gustaría, pero al menos cada vez más me hago más consciente e intento
evitarlo.
2.
Dejar de querer más:
Cuando nada te parece suficiente y en lo único
que piensas es en tener más, nunca agradecerás nada o al menos, no de verdad.
Vivimos para tener más, más de todo, dinero,
relaciones, status, atención, zapatos, planes, amor, etc…. Pero nadie nos dice
cuánto es suficiente, entonces no hay manera de parar.
Y no hay descanso, por lo que no hay tiempo
para disfrutar y agradecer lo que sí se tiene.
Para sentirse agradecida, hay que dejar de
desear más y observar lo que ya se tiene.
3.
Consciencia:
Si observas detenidamente lo que ya tienes en
tu vidas, realmente te darás cuenta de que hay mucho que agradecer.
Serás consciente de la cantidad de cosas
estupendas que puedes disfrutar en este mismo instante, de hecho, deja de leer
un momento y piensa en tres cosas que existan en tu vida y que puedes
agradecer.
Pues a esas tres cosas apenas les das
importancia si no traes tu atención a ellas y te haces consciente de
todo lo bueno que ya mismo tienes al alcance de tu mano, sin tener que
sufrir más ni trabajar más para tener más aún.
4.
Lo bueno y lo malo:
¿Sabes qué? Que no solo agradezco las cosas
buenas, … también agradezco las cosas malas.
Porque las cosas malas o que
en un principio pueden parecer malas, también pueden traer cosas buenas,
aprendizajes, experiencias, finales felices, relaciones nuevas… Lo que sea.
Algo que en un principio podemos considerar negativo puede transformarse en
algo realmente positivo.
5.
La pescadilla que se muerde la cola:
Y me he dado cuenta de que no sé por qué, cuanto
más agradezco, más cosas tengo que agradecer, más afortunada me siento y
por lo tanto más feliz.
Yo creo que al final es una cuestión de
costumbre, que paredes a ver lo positivo de las cosas y te fijas menos en lo
negativo, pero creo que en realidad tiene más que ver con el último punto.
6.
Atraes la energía que tu das:
Sinceramente creo que recibes lo que tú
das.
Me pasa que cuando me siento agradecida doy, y
a su vez los que reciben de mí se sienten agradecidos. Y cuando sonrío recibo
sonrisas y cuando me enfado lo obtengo son malas caras.

Te propongo un experimento
1. Observa tus quejas y trata
de evitarlas, o de proponer una alternativa constructiva en vez de una simple
queja. En vez de “Siempre vamos al cine y estoy harta (o)” prueba un “¿Qué te
parece si hoy vamos al teatro?
2. Cuando te sorprendas pensando en que
necesitas o quieres algo, piensa además en algo que ya tengas.
3. Al irte a dormir agradece tres cosas que
te hayan ocurrido ese día.
4. Piensa en alguna consecuencia
positiva de algo que consideres negativo. Y agradécelo. He salido más tarde
del trabajo, pero me he encontrado a un amigo que hace tiempo que no veía.
Agradece haber salido más tarde del trabajo.
5. Observa cómo poco a poco tu comportamiento
y tus sentimientos van cambiando y te sientes más afortunada, más
positiva.
6. Estate atenta de las reacciones de
los demás o lo que recibes según lo que tu des al mundo.

EN FIN
Que si quieres sentirte bien, una parte
importante depende de lo que agradezcas en tu vida, porque son esas las cosas
que te hacen feliz.
¿Te apetece compartir algo por lo que te
sientas agradecido (a)?
Me siento muy agradecida tanto a Dios cómo a la vida por todo lo que he recibido: cosas que me han agradado mucho y otras que no me agradaron nada pero Dios que no piensa más que en mi bienestar sabe muy bien por que me las ha enviado asi que ¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS POR TODO!!!!! Saludos pater
ResponderEliminar