No es bueno tener envidia en nuestras vidas, es algo que nos perjudica en gran manera pues nos lleva a hacernos constantes comparaciones con otras personas de un modo que no nos hace bien, ni a nosotros ni a los que nos rodean. La envidia no es sana, sólo daña.
Si conoces a alguna persona envidiosa, con toda seguridad llegará a hacértelo pasar mal. Si eres tú la persona envidiosa, lo pasarás mal y harás daño o cansarás a otros, sólo por tus inseguridades.
La envidia es el miedo a no ser aceptado por nuestro entorno, es “inseguridad total en nosotros mismos”. Es fruto de dar demasiada importancia a lo que tienen y hacen los demás, e intentar superarles para recibir la aprobación y admiración. O igualmente, puede llevarte a criticar y echar abajo lo que los demás tienen, para que lo que tú tienes, al ser comparado, crezca en valor. La envidia de ningún modo es buena, y hay que tratar de controlar tal resentimiento porque sólo traerá soledad a nuestras vidas.
No envidies, tú también tienes algo especial, descúbrelo.
No te quemes comparándote con otros, eso es frustrante y nunca edificante. No te enaltezcas por encima de los demás, eso se nota cuando lo haces y en realidad es humillante. Recuerda que todos los seres humanos somos débiles, que todos tenemos talentos que Dios nos regaló, pero son diferentes, y es nuestro deber descubrir cuáles son.
La envidia, ese mal por el que comenzó la lucha entre el bien y el mal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Milton.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con tus letras, esas semillas no adornan el jardín del alma.
Te busque tal como me dijiste pero no te encontré, maría del castelar no sale por ningún lado.
Un abrazo.
Ambar
La envidia es es uno de los perores defectos de la humanidad y causa demasiado daño, pido a Dios que me aparte de ella y que no se acerque a mí jamás.....hasta el momento mi petición ha sido escuchada aunque reconozco que si que he sentido en alguna ocasión lo que se llama "envidia sana" sobre todo de personas admirables que se dedican a hacer el bien abandonando todo lo que es su propia vida para entregarla a los demás.Saludos cordiales
ResponderEliminarPor desgracia la envidia sigue siendo uno de los pilares que marcan duro la sociedad y que sin embargo no lleva a nada sino a dejar mal ambiente y a crecer muros a veces imposibles de derribar.
ResponderEliminarLas personas no deberían de observar que tiene el prójimo sino ayudarse cuando se necesitan sin esperar nada más.
un abrazo
Que libres son las almas sin envidia!!!!!!!!
ResponderEliminarVale la pena intentarlo
Saludos afectuosos
Muy sabio todo lo que aquí escribes y que también lo ha dicho el Papa, apartame Señor de la envidia.
ResponderEliminarGracias por esta bonita reflexión!
Abrazos fuertes.
La envidia es uno de los pecados de los que poca gente se da cuenta
ResponderEliminarHay una frase que se oye bastante, que dice" tengo una envidia sana" Parece ser que no se
hiere, pero en el fondo algo hay algo que se deseas tener y que otros tienen.
Abrazos
Es un buen consejo el tuyo, vuela alto donde no pueda alcanzarte la sordidez ni la ignorancia de este mundo.
ResponderEliminarMe quedo por tu blog.
Saludos
Ahora con el enlace ya te encontré, te saludaré cuando pase y te revisaré el muro para comentarte en lo que nos regales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar