Por eso deja claramente establecido que no ha venido a abolir la Ley antigua, sino a perfeccionarla. De allí la insistencia en decir: “Han oído ustedes que se dijo a los antiguos ... Pero yo les digo: ...” Con este planteamiento, varias veces repetido, el Señor anuncia los perfeccionamientos más fundamentales que viene a introducir en la Nueva Ley. Estos perfeccionamientos están basados más en el amor que en el cumplimiento de la Ley Antigua. Y resultó que el amor terminó siendo mucho más exigente que la Ley, que los israelitas de entonces trataban de cumplir al pie de la letra.
Por supuesto, el contenido de este discurso impresionó a la gente que lo escuchó, pero dice San Mateo al final del Sermón de la Montaña que lo que más impresionó fue “su modo de enseñar, porque hablaba con autoridad y no como los maestros de la Ley que tenían ellos” (Mt. 7, 28).
Sería bueno que cada uno desde su pronta de ser cristiano, osea parte Cristo, caminemos siempre siendo hombres de Luz, hombres que buscamos la Verdad, una verdad que el mismo Cristo nos enseño, una verdad que nos hara libres, una verdad que nos hara ver un poco mas de nuestras narices. A veces los hombres solo vemos lo que nos conviene, lo que no molesta.... sin darnos cuenta que la Verdad esta en que Jesucristo: Vivio en medio de nosotros, por nosotros Murió, y sobre todo Resucito...
Las lecturas de hoy se centran en esta libertad auténticamente cristiana. En la primera lectura el Sirácida recurre a imágenes para mostrar la responsabilidad del hombre en su obrar: "Fuego y agua he puesto ante ti, alarga la mano a lo que quieras. Ante el hombre están vida y muerte; lo que él quiera se le dará". Jesucristo en el Evangelio enfrenta la libertad con la elección de lo más propio y peculiar del cristianismo: "Habéis oído que se dijo...pero yo os digo...".
Para comprender y vivir esta Nueva Ley que Jesús nos trae es necesario que el cristiano esté abierto y se deje penetrar de la Sabiduría Divina. San Pablo sigue insistiendo en esto a lo largo de esta Primera Carta a los Corintios que hemos estado leyendo estos domingos, junto con el Sermón de la Montaña.
La justicia en Mateo significa, en primer lugar, el proyecto de Dios en Cristo (Mt 3,18), en segundo lugar, un nuevo orden humano y social según el plan de Dios: (Mt 5,6; 6,33; 21,32), y finalmente, con sentido ético, la rectitud y fidelidad a la voluntad de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR COMENTAR Y REZA POR MI