Entrada destacada

FORMAR DE AGRADECER A NUESTROS CURAS

Nuestros párrocos son algunos de los miembros más trabajadores de la Iglesia. El sacerdote parroquial típico trabaja los fines de s...

Seguidores

SEGUIDME

lunes, 24 de enero de 2011

cuando las dificultades nos apremian

Permíteme orar, no para obtener protección contra los peligros, sino para afrontarlos sin temor.


Permíteme pedir, no alivio a mi dolor sino el valor de superarlo.

Permíteme buscar en el campo de batalla de la vida, no aliados, sino propia fortaleza.

Permíteme no suplicar, temeroso, por mi salvación, pero sí tener paciencia para conseguir mi libertad.

Concédeme que no sea un cobarde,

sentir tu misericordia en mi triunfo, solamente; pero deja que, en mi fracaso, encuentre el apretón de tu mano.

1 comentario:

  1. Rezaré, rezaré hasta agotarme. No se preocupe. Mi trabajo va por ustedes, como los toreros.

    Que el Señor le proteja, lo mime, lo cuide y le cubra con su amor y con su gracia.

    ResponderEliminar

GRACIAS POR COMENTAR Y REZA POR MI