A lo largo de nuestras vidas vamos acumulando muchas cosas, penas, alegrías, tristezas, nostalgias y amores que un día fueron todo en nuestra vida y hoy por las razones que sean han quedado en sólo eso: recuerdos.
Esas mochilas con las que vamos cargando todos los días hacen que todo pese más de lo debido, por lo que convendría descargarnos de muchas de esas frustraciones y desamores para que caminemos por la vida sin tanto peso.
¿Por qué nos cuesta tanto desprendernos de esos sentimientos que sólo nos hacen daño? ¿Por qué no tiramos todas esas cosas que no nos sirven por mucho que las añoremos? Debemos soltar, aprender a no cargar con tantas tristezas sobre los hombros, al final te queda el cuerpo cansado, tu vida aniquilada, sin fuerzas.
A veces vamos por la vida mirando hacia atrás, pensando en lo que pudimos hacer y no se hizo, en sueños abandonados, ilusiones, trabajos y amores que quedaron atrás. Pero por mucho que duela, esas cosas que quedaron atrás están en su lugar correcto, el pasado. Hay que dejar esas cosas atrás, en el pasado, dejarlos ahí. No es saludable vivir con tantos recuerdos, con tantas amarguras.
Si alguna vez amaste y te amaron pero la relación sólo quedó en un hermoso o triste recuerdo, debes seguir, volver a reinventarte de nuevo, volver a tener sueños y esperanzas.
La vida siempre nos traerá muchas cosas con las que iremos llenando la mochila a lo largo de nuestras vidas. Pero esa mochila es tuya, es tu vida, y de ti depende cuanto pese la mochila con la que cargas. Tú eres quien decide qué se mete, qué permanece dentro, y qué cosas , recuerdos y sentimientos ya no tienen lugar en tu mochila. No es bueno ir ir llorando la tristeza de sueños rotos, de metas que no se lograron; al contrario trata de sacar y dejar que el viento se lleve esos dolores que nos hace pedazos el corazón.
Algunas pertenencias son muy pesadas y no debieras seguir manteniéndolas en la mochila de tu vida. Tal vez un día te diste cuenta de que todo cuanto tenías no era verdad, que el amor que soñaste no era tal, o has tenido sueños que se han visto truncados por situaciones que no has podido solucionar…
Ten valentía, levántate y planta cara a la vida, despréndete de todo lo que está allí, de esas cosas que verdaderamente pesan, cosas que pesan porque cuando las miras te hacen mal. Lanza al aire esos sentimientos atrapados en tu mochila.
No sufras por quien no supo amarte, no des más de ti de lo que ya diste. Si acabaste sintiendo un vacío, no importa, siempre habrá posibilidades de volver a empezar una mejor vida. Deja en la oscuridad todo aquello que no te deja ver el sol, respira y suelta esos malos recuerdos, libera tu alma, deja que tú corazón vuelva a estar contento, dale una oportunidad a la vida de volver a conocer el amor, de volver a ver el mundo con buenos ojos. No importa por lo que has pasado, siempre hay razones para volver a sonreír, siempre habrá un mañana para volver a recomenzar.
Libérate de esa mochila que te pesa tanto y no te deja caminar.
Puedes ser feliz, lo vas a lograr, ten buena actitud y un día te verás caminando ligera y abierta a las ventanas de una nueva vida.
Un amor no te puede disminuir, te debe fortalecer, recuerda que cada vez que no te aman no eres tú quien pierde, al contrario, ellos pierden y tú ganas.
(Anonimo)

Todo esto me hace recordar al Gran Pastor que busca a su rebaño para alijerar su carga pesada, quiza puede ser el punto verdad? en que los apostoles cuando salieron de mision pensaron que la mochila que llevaba de responsabilidad no pesaria casi nada, sin darse cuenta que tenian una responsabilidad tan inmensa que ni podian respirar.
Tenemos mucho que dar, tenemos tanto, que a veces nos faltan fuerzas para sentirnos responsables de esas cargas muchas veces absurdas. Pensad un poquito en el buen pastor que reune a su rebaño a todos por igual, le hace dar cuenta que no pueden estar solos ahogandose en un pequeño charco, es mejor compartir cada uno de los momentos, buscar en el silencio de cada uno el amanecer y la salida del sol para ver mucho mas claro aquello que apaña nuestra convivencia...
El tema del Buen Pastor muy
representando en la iconografía del arte cristiano primitivo, aparece a partir
del siglo II. Para esta representación, se va a tomar del arte pagano, como
modelo a Orfeo, cuyo mito relata que encantaba a los animales con la lira. En el
arte romano pagano, la figura del Buen Pastor con el cordero entre los brazos
era un símbolo de filantropía, por ende esta creación cristiana esta hecha a
partir de un símbolo de la filosofía moral romana.
El Buen Pastor generalmente va
a estar representado con los rasgos de un joven pastor adolescente, aunque en
algunos ejemplos aparece barbado, vestido con una túnica (exomis), generalmente
sin mangas que acaba por encima de las rodillas. Lleva las piernas vendadas
(fascias crurales) y en las manos tiene un cayado (pedum), un recipiente para
ordeñar (mulcra) o una flauta de pan (syrinx).
La Iglesia es el rebaño a que se refiere Jesús, nosotros podemos pensar en
verdad que somos las ovejas del rebaño de Jesús, el Buen Pastor, por tanto,
podemos tener confianza y esperanza, estas, fundadas en la palabras y promesas
del Buen Jesús, el nos cuida y nos cuidará, nos dará en las verdes praderas,
buenos pastos espirituales, nos defenderá de nuestro enemigos, nos ayudará en
nuestros cansancios y nos permitirá descansar junto a El.