Cuatro Velas se
estaban consumiendo lentamente
El ambiente estaba tan
silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.
La primera dijo:
-¡Yo Soy la Paz!
A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dijo:
-¡Yo me llamo Fe!
Infelizmente soy superflua para las personas, porque ellas no
quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se
apagó.
En voz baja y triste la
tercera vela se manifestó:
¡Yo Soy el Amor!
No tengo mas fuerzas que quemar. Las personas me dejan
de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se
olvidan hasta de aquéllos que están a su alrededor.
Y también se apagó.
De repente entró una
niña y vio las tres velas apagadas.
-¿Qué es esto? Ustedes deben estar encendidas y consumirse
hasta el final.
Entonces la cuarta
vela, habló:
-No tengas miedo, niña, en cuanto yo esté encendida, podemos
encender las otras velas.
Entonces la niña tomó
la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban
apagadas.
¡Que la vela
de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!
Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia, El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de
dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al
día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida
del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre
al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad,
y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las
historia, la Navidad.

«El Adviento y la Navidad han experimentado
un incremento de su aspecto externo y festivo profano tal que
en el seno de la Iglesia surge de la fe misma una aspiración a
un Adviento auténtico: la insuficiencia de ese ánimo festivo por
sí sólo se deja sentir, y el objetivo de nuestras aspiraciones
es el núcleo del acontecimiento, ese alimento del espíritu fuerte
y consistente del que nos queda un reflejo en las palabras piadosas
con que nos felicitamos las pascuas. ¿Cuál es ese núcleo de la
vivencia del Adviento?
Adviento significa presencia de
Dios ya comenzada, pero también tan sólo comenzada. Esto implica
que el cristiano no mira solamente a lo que ya ha sido y ya ha
pasado, sino también a lo que está por venir. En medio de todas
las desgracias del mundo tiene la certeza de que la simiente de
luz sigue creciendo oculta, hasta que un día el bien triunfará
definitivamente y todo le estará sometido: el día que Cristo vuelva.
Sabe que la presencia de Dios, que acaba de comenzar, será un
día presencia total. Y esta certeza le hace libre, le presta un
apoyo definitivo (...)».
Seguramente todos miraran con asombro la venida, asi como miraron los Reyes que son la representacion de la universidad de los hijos de Dios, el Dios con Nosotros se hace presente en medio de cada uno de sus hijos haciendose hombre entre los hombres. Amigos mios, pensemos en este año de la Fe, renovar nuestro Espiritu para vivir con Alegria y Esperanza esta dicha de sentir la cercania de la presencia de nuestro creador.
A todos los que pasais por este espacio, tomadse la molestia de acompañarme con vuestras oraciones que yo ya les tengo en el altar todos los dias, vosotros que sois mis seguidores estais en cada Eucaristia milagro de amor, cada nombre de vuestro blog esta ahi con sus letras en mi memoria y sus reflexiones en mi corazon.